domingo, 8 de enero de 2012

7 PECADOS CAPITALES DEL PERIODISMO

SIETE PECADOS CAPITALES DEL PERIODISMO



1. La envidia: Consiste en incorporar a nuestro discurso ideas ajenas que, por su factura u originalidad, nos parecen geniales. Esto se consuma a partir del autoconvencimiento de que «a mí también se me había ocurrido, aunque nunca se me ocurrido publicarlo». Se recomienda no caer en semejante tentación.

2. La gula: Consiste en «comernos» signos de puntuación y «devorar» artículos. En la prensa escrita mundial se encuentra uno con párrafos de una sola oración, como si sus autores hubieran proscrito los puntos y seguido e, incluso, las comas. Se obvian artículos, como en el caso de Habana por La Habana

3. La avaricia: Consiste en acumular palabras innecesarias. Es uno de los grandes males del periodismo contemporáneo. Este «pecado» crea vicios del lenguaje como las redundancias y los pleonasmos. Así, leemos planes futuros, como si los planes no tuvieran en el futuro su momento de realización.

4. La lujuria: El coqueteo y el flirt incontrolables con términos procedentes de otros idiomas constituyen una debilidad casi carnal del ejercicio contemporáneo del periodismo. En una lengua tan exuberante y variada como el español, no hay necesidad de incurrir a ultranza en este censurable «pecado».

5. La soberbia: No existe peligro superior en la profesión que creerse infalible. Quien por tal se tenga verá siempre pender sobre su testa la Espada de Damocles, porque, ante la duda sobre un dato, no preguntará ni precisará, y ahí mismo sobrevendrá el error, que, en el periodismo, se hace público.

6. La pereza: Repetir ideas y conceptos sin la más mínima originalidad y elaborar titulares aburridos y sin capacidad de sugerencia. Incurre en este «pecado» todo aquel que tome asiento ante la pantalla de una computadora a escribir perogrulladas, sin intentar primero hacer algo estilísticamente diferente.

7. La ira: Es la que suele provocar, inexorablemente, en los lectores los textos periodísticos escritos con mediocridad y las agresiones a las normas básicas de nuestro idioma. A ellos no se les puede pasar gato por liebre. Son capaces de detectar nuestras insuficiencias y de condenarnos luego al ostracismo.

BONUS TRACK

8. La ignorancia: Es, a todas luces, un lastre a la hora de conferirle hondura a las ideas. Y otro peor: La doble ignorancia, cuando ignoramos que somos ignorantes, y entonces pensamos que somos el centro mismo del universo.




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